Un proceso de reestructuración empresarial ha de tener hoy en día un enfoque 360º. No basta con armarlo bien jurídicamente, sino que ha de tener una sensibilidad social y comunicativa porque, en caso contrario, puede verse bloqueado. Esta fue una de las conclusiones del coloquio organizado por la Asociación de Directivos/as de Relaciones Laborales (Adirelab) y moderado por Fermín Guardiola, Socio Área Laboral de Baker McKenzie; en el que participaron la Directora General Human Capital & Benefits de Howden, Ana Matarranz, la Subdirectora General Human Capital & Benetifs de Howden, Ágata Sancho, el Counsel Área Laboral de Baker McKenzie e Inspector de Trabajo, Carlos de la Torre, y la CEO de ATREVIA, Asunción Soriano, en el que se abordó el tema “Los procesos de reestructuración: Estrategias en tiempos convulsos”.

Ana Matarranz incidió en el paradigma social en el que vivimos y cómo hemos evolucionado hacia una sociedad completamente digitalizada e influenciada por las nuevas tecnologías, “donde las redes sociales han pasado de ser una herramienta recreativa a jugar un papel fundamental en el desarrollo empresarial”. Otro de los puntos clave en el que Ana Matarranz insistió es en el de la triple demanda que hoy en día se les exige a las empresas: “Ya no solo basta con obtener un beneficio monetario, la organización debe ser sostenible y generar valor social”. Apostilló que “el talento es el petróleo de hoy en día”.

Ágata Sancho realizó un recorrido a través de los años para mostrar cómo han ido evolucionando los procesos de reestructuración. Explicar de dónde venimos para poder entender por qué estamos aquí. Subrayó “la importancia de llevar a cabo las reestructuraciones de forma analizada, teniendo muy presente el principio de buena fe y el mutuo acuerdo”.

Desde un punto de vista jurídico, Carlos de la Torre hizo hincapié en la importancia de estar al día de las últimas interpretaciones judiciales, ya que pueden marcar un antes y un después. “Debemos ser muy conscientes del gran peso que los tribunales poseen actualmente en los procesos de reestructuración ya que, en ocasiones, crean Derecho en su interpretación de las normas”, agregó. También destacó el por qué, el qué y el cómo se debe acometer un proceso de reestructuración. «Es esencial diseñar una estrategia jurídica eficaz que identifique riesgos y costes visibles o invisibles y se preparen litigios desde el minuto uno para obtener sentencias favorables para las empresas”, señaló.

Finalmente, Asunción Soriano mantuvo que “estamos en una sociedad de multitud de micropoderes con generaciones que se oponen por sí solas a todo aquello que no les gusta”. “La revolución digital ha dado fuerza a colectivos, comunidades e incluso particulares que antes veían limitada, por no decir imposible, su participación en los debates públicos”, apuntó.

Una estrategia de comunicación para este tipo de procesos ha de estar coordinada con el equipo legal y tener como “primer target” a los empleados, “por lo que la comunicación en el seno de las propias organizaciones es crucial”. Además, debe estar sostenida en varios pilares: un relato humano consistente y de futuro; un plan con enfoque multistakeholders, y una gestión muy próxima con medios de comunicación y demás emisores, entre otros.

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